La actividad comercial comienza a rebrotar en los
barrios tras varios lustros en los que los efectos de la crisis acabaron de
agravar los efectos de unas políticas locales no del todo favorables al sector.
Más de mil comunicaciones previas de apertura en un año, un expediente de
inicio de actividad cada día y medio, dos diarios (802 en 2015 por 583 en 2014)
de acondicionamiento de locales y puesta en marcha de negocios. El volumen de
asuntos relacionados con el pequeño comercio y la hostelería que llegan a la
Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza indican que la ciudad se
mueve en otra dirección. (Fuente: Diario Público)